Sera cosa de argentinos

Por todos es conocida la fama de los argentinos, sangre caliente que saben bien como camelar a las ingenuas que se dejan seducir por sus zalamerías. Este mediodía he podido comprobar de nuevo las estratagemas tan bien urdidas de algunos de estos compatriotas del otro lado del charco.

A eso de las 4 de la tarde bajaba de comer en casa de la familia, algo informal y por tanto iba vestida para la ocasión, un estilismo algo playero para intentar compensar el calor de estos días. Ya a medio camino un chico se me acerca con un papel en la mano, intuyo que debía ser la dirección de su destino.

Argentino:
- Perdona, ¿ Sabes dónde está el restaurante La Fonda?


Yo:
- Pues la verdad es que no. No te han dado la dirección?

Argentino:
- En la calle Ávila

Yo:
- Pues la calle Ávila la tienes allí.

Hasta aquí una conversación tipo, destinada a ofrecer una ayuda altruista a un desconocido. Pero no señores...no se acabó aquí, si hubiera finalizado no escribiría estas líneas.

Yo confiada sigo mi camino mientras veo tras mis gafas de sol que el chico duda por un momento, vuelve a llamarme por lo que deduzco que necesita alguna indicación más.

Argentino:
- Perdona de nuevo pero... como puedo hacer para enamorar a una chica...digamos como vos? Es decir, que hizo tu novio o tu marido para tener tanta suerte y estar contigo?

Sí, sí, como lo leéis, ni corto ni perezoso se tira de cabeza a la piscina...sin salvavidas...eso sí, buscando la confirmación de que estoy soltera y disponible para un nuevo ataque.

Yo:
- Supongo que lo consiguió siendo original y diferente- ahí, sin confirmar ni desmentir soltería

Argentino:
- Y hay alguna posibilidad de que te vuelva a ver?

Después de muchas negociaciones y ojitos tiernos por su parte, yo, inocente de mi, accedo a dar mi número, el verdadero! Reconozco que a veces soy demasiado confiada, me gusta conocer gente nueva y a falta de pareja estable...a un café gratis y una tarde entretenida no tenía porque negársela, o si? Pues sí! Tendría que habérsela negado.

Yo:
- mmmm.... si es para tomar un café y listo, puede, pero ya está

Como si mi teléfono hubiese sido la llave a Sodoma y Gomorra, un súbito calentón le dispara las hormonas a tal velocidad que si por él fuera hubiese tenido polvo en la parte de atrás de su camioneta. Sí, sí, como lo oís, en 5 min de conversación, no una, sino hasta 3 veces intenta besarme en la boca, en 5 min de conversación me escabullo como un maestro del escapismo de posibles achuchones. Detrás de mis gafas negras no puede ver los ojos como platos que se me quedaron de camino a mi casa.

Y ahora...tocará ignorar su llamada...o bien pasarle el teléfono a algún amigo que le diga que se ha equivocado, pero está claro que este tipo de actuaciones no motivan a una cita de charla entretenida en alguna terracita.

Lo cierto es que nunca he encontrado un catalán de sangre tan caliente. De que dependerán este tipo de ataques camicaces? Hay alguna mujer en el mundo que aplauda estas actuaciones? Lo cierto es que diría que no. Así que por favor, la originalidad si, el apabullamiento nunca.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

por fin alguien dice la verdad de los argentinos!
ché! me encantó este articulo
jejejeje

pero, no creo q los argentinos ganen por nada, es la melodia que sueltan al hablar lo que os encandila, sino porque rayos le das el teléfono? como consigue atraer tu atención?

es evidente... no?

F.J. dijo...

es por el acento y xq le exan muxo morro! le dieste el telefono xq fue directo, originial y no t esperabas esa salida! aunke luego t decepciono

Anónimo dijo...

Debo confesar que los argentinos me dan asquito, conocía a varios, incluso viví con alguno y no guardo buen recuerdo precisamente...