Aún sin haber empezado este post, ya sé que este va a ser el
Primeras citas I, y habrá un II, un III, un IV.... porque algo que llevo por la
mano, a parte de preparar unos postres buenísimos; son las primeras citas, y
aquí, siendo generosa voy a añadir los primeros días que conoces a alguien.
Esas primeras citas que no te dejan
indiferente para bien o para mal, y las que son para mal son dignas de ser
contadas.
Hoy haciendo memoria he recordado a un
chico que me dejó a cuadros a la 3ª cita (si no recuerdo mal).Os pondré en
antecedentes...
Un chico alto, guapo, trabajaba
restaurando edificios antiguos (echo relevante si seguís leyendo), agradable...
se desvivía por tenerme informada a todo momento de sus movimientos (despertarse,
ducha, desayuno, comer, merendar, cenar, acostarse...), el único inconveniente:
vivía lejos, a 2 horas y media en coche...Solo de pensarlo me parecía agotador,
pero como a él ya le apetecía bajar, no le iba a decir que no.
1ª Cita: bajó hasta al lado de mi casa,
paseo hasta la playa, tomamos algo en la terraza de un bar, buena
conversación.... visto así, porque no darle una segunda oportunidad?
Justo me pilló en una época de obras en
casa y como en toda obra siempre hay peros y el mío fue una pared de obra
vista. Yo desesperada pensé "con tanto mensajito, hagamos que uno sea
productivo", así que le conté mi problema con la pared esperando una solución.
Él, siguiendo la misma tónica de adoración y
macho-soluciona-problemas-a-dama-indefensa, cogió el coche y a las 2 horas y
media lo tenía en frente para ver mi gran dolor de cabeza e invitarme a una
pizza.
Como podéis entender, chicas, yo estaba
exultante, no cabía en mí de gozo.
La última fue una cena algo más romántica
que la pizza con ropa manchada de pintura. Me sugirió un bonito restaurante y
allá que vamos. Buena comida, buen ambiente, buena compañía... todo iba a las
mil maravillas y como buen caballero me acompaña a casa.
Una norma que tengo es no besar yo
primero, no tengo ninguna prisa para conseguir ese beso, sé que si le intereso
va hacerlo, y por el momento no me ha salido nada mal. Bueno, uno me tuvo hasta
las 5 de la madrugada charlando en el sofá, pero a pesar de estar 7 horas de
cháchara, también conseguí que él diera el primer paso, pero bueno, esa es otra
historia, volvamos a la que nos ocupa.
En frente de mi casa, a dos palmos de mí,
y cuando ya nos despedíamos, decide besarme, después de tanta cita y tanto mensajito,
ya tocaba. De repente veo que se aparta y me pide perdón.... Como que perdón??
Yo le digo que no hay nada que perdonar y ahora si soy yo que le beso.
Esa noche no pasa a mayores, solo un beso
y se va.
Cual fue mi sorpresa, cuando después de
haberse recorrido cientos de kilómetros para tomar algo conmigo, empieza estar
ocupado, muy ocupado, tan ocupado que nunca más se supo.
Yo pensando...no beso mal, se recorre
cientos de km solo para verme, me besa y ya?!
Aquí os dejo esta gran incógnita que yo no
he sabido resolver
No hay comentarios:
Publicar un comentario