El tamanyo no hace al hombre

Ha habido comentarios pidiendo un post sobre el tamaño del miembro masculino, si es cierto o no que su tamaño influye. Antes de entrar en debate, quisiera dejar por escrito un claro ejemplo de cómo, a pesar del tamaño puedes ser muy mal amante.

Hace algún tiempo, tuve la oportunidad de conocer a un hombre cuyo miembro sería la envidia de muchos de los aquí presentes. Él, orgulloso de semejante homenaje a la virilidad masculina, quiso hacérmelo saber en todo momento.

Tenía muy claro que "el roce hace el cariño", y quería llevarlo hasta las últimas consecuencias. Así que me dio mucho, muchísimo cariño, tanto, que durante los días siguientes hubo partes de mi cuerpo que me dolían. Al principio no sabía por qué razón, hasta que caí en la cuenta que allí era donde se había encariñado más de mi.

Y llegó el día en que tanto cariño hizo saltar la chispa, y antes que hiciera un agujero de mis pantalones preferidos, quise darle la oportunidad de que me mostrara todo lo que me había repetido que haría conmigo.

Imaginaros mi situación: en plena ebullición de pasiones, mi macho temporal, se levanta y frente a mi se quita la camiseta con gran entusiasmo, yo disfrutando de la vista no puedo más que sonreír pícaramente. Como mostrar los pectorales le sabe a poco, desabrocha su pantalón muy lentamente, a lo que yo pienso "tendrá ganas de jugar", pero no. Lo que realmente deseaba era que fijara mi mirada en el volumen descomunal que había debajo sus dedos. Y se recrea en dicha tarea. Y cuando al fin, decide bajar sus pantalones suelta un...

- Que tal? - con una sonrisa que lo que está diciendo en realidad es " te mola, verdad?"

Esos aires de superioridad hicieron que la cara se me desencajara, y apareciera en mi ojo derecho un tic nervioso. En ese momento, una imagen se me pasó por la cabeza: tenía que levantarme, cogerla entre mis manos como si de un pez fuera del agua se tratara, colocarla encima de la mesa cuidadosamente y preparar a su alrededor un altar. Eso es lo que esperaba??? Quizá, lo que esperaba era un aplauso; entre sus compañeros de piso y yo incluso podríamos haber hecho la ola.

Moraleja: el tamaño importa pero no hagas alarde de él, pierde todo su encanto.

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