Una mujer despechada...

Una mujer despechada es una mujer peligrosa, con esa premisa empiezo este post. Hasta que punto es peligrosa?

Hace unos días uno de mis amantes me invitó a pasar la tarde con él, una tarde donde el sexo no tenía cabida, demasiado pública la actividad sugerida. Pero como suele ser mi tónica habitual, supuse que esa noche la pasaríamos juntos en su casa. Preparé el terreno, depilaciones, cremas y mi neceser de "paso la noche fuera", no confundir con el de "chapa y pintura de emergencia" siempre habitual en mi bolso. El segundo contiene maquillaje de emergencia, mientras que el primero cepillo de dientes, perfume, desodorante, preservativos... ya me entendéis.

Poco antes de salir de casa, mientras preparaba concienzudamente mi bolso, con mi portátil encendido, apareció al otro lado de la pantalla uno de mis antiguos amantes olvidado durante unos pocos meses ( él lo llamó ignorado, pero son matices). Le comenté que estaría cerca de su casa pero ocupada con "unos amigos" - para que entrar en detalle -, y tras él insistir le prometí que si tenía tiempo le visitaría.

La tarde estuvo bien, pero la noche se acercaba y empecé a sospechar que esa noche poca fiesta tendría...Y... cierto, a pesar de una tarde enriquecedora y una cena amena, al chico en cuestión no se le ocurre otra cosa que llevarme a la estación de autobuses. Sí, os podéis imaginar la cara que se me quedó. Eso si, yo, muy digna, me dirijo hacia el andén a esperar un autobús que me lleve a casa, depilada y con ropa interior sugerente? Ohhh, no, cuando una mujer conjunta su ropa interior no es para que se quede bajo su vestido, esta pidiendo a gritos mostrarla en una noche lujuriosa.

Así que... que podía hacer? Lo que toda mujer sexualmente independiente puede hacer: mandar sms inocente: - "estoy en la estación para coger el último bus, se me ha hecho tarde"... mandar a: ex-amante olvidado.

La respuesta no tarda en llegar : -"pierdelo, pasa la noche conmigo"

... Que podía hacer yo?

Moraleja: No dejéis nunca que una mujer soltera que roza la treintena se sienta despechada, tiene demasiados recursos a su alcance