Besando sapos I

Cansadas de besar sapos? Yo personalmente... si, pero gracias a eso podemos divertirnos un poco mis amigas y yo, y ahora también vosotros.

No todos los hombres son iguales, aunque a menudo nos lo parezca, y por tanto tampoco todos los sapos lo son. Pero como saber cual es el nuestro? Los científicos descubren cada año centenares de especies, yo que soy más humilde, conozco decenas. Descubramos que tipo de sapos podemos encontrar en el mercado:

El niño: es aquél que a pesar de haber pasado la

barrera de los 30 sigue atrincherado en casa de sus padres , de ahí no se ha movido ni se moverá. Que implica eso? Más dinero para invitarte a unas copas porque no paga alquiler? No queridas, eso implica que no sabe hacer la O con un canuto. No limpia, ni cocina, así que pacientemente tendrás que enseñar a este espécimen que hay una sutil diferencia entre el jabón para lavar la ropa y el suavizante. Pero aquí no se acaba el chollo, todo lo que gana en el trabajo, se lo gasta en tecnología, coche, juergas... así que no esperes que esté ahorrando para comprarte el nidito de amor que te mereces.

El resentido: esta categoría puede dividirse en dos: el resentido fraterno- filial o el resentido sentimental, ambos igual de peligrosos. El resentido es aquél que culpa de todos sus males a padres y ex-parejas, monstruos salidos del armario que hacen o han hecho de su vida un infierno. Puede que con razón, pero en la mayoría de los casos se hace con premeditación y alevosía, es decir, historias bien estudiadas donde se notan las horas de ensayo frente a un espejo para atacar y destruir la honorabilidad de sus congéneres o ex-parejas.

El sacerdote: es aquél hombre que te promete la luna si a cambio le procesas un poco de fe. Frases como "dame un poco de tiempo para que solucione esto y seré todo para ti" o "me has pillado en un mal momento pero sé que estamos echos el uno para el otro, ten paciencia". Y ves como pasan los días, las semanas, incluso lo meses ( para las más pacientes) y sigue prometiendo pero como bien dicen... las palabras se las lleva el aire.

El jeta: como su nombre indica es un vividor, vive de la buena fe de las mujeres y de ellas saca hasta la gasolina para irse de putas. Ha trabajado tanto su personaje que sin que te des cuenta, le proporcionas de todo. " Esta noche no he podido cenar, aun no he cobrado" y tu le invitas a tu casa y lo alimentas, "ojala pudiera llevarte este fin de semana a la montaña pero no puedo pagarlo" y tu, inocente e ilusa te lo llevas de vacaciones.... ay... cuantas de nosotras hemos caído en sus garras y después nos hemos sentido lo más tonto del mundo...

El adicto: a todo, cualquier sustancia legal o ilegal: alcohol ( pero lo está dejando) , a los porros ( pero quiere dejarlo)... más pendiente de tener el paquete de tabaco en la mesita de noche para después, que de acariciarte como es debido. Incluso, alguno de ellos se ha levantado en plena acción para ir a buscarlo. Pero claro, "lo está dejando y lo hago por ti". Falso, no lo dejan, y además, si se quedan sin su vicio, te pedirán que vayas a comprar más para ellos.

El enfermo: carne de psicólogo, es aquél individuo que padece infinidad de trastornos. En el mejor de los casos pisa la consulta de un profesional, si no... prepárate, has sido elegida como psicóloga/paño de lágrimas. Se acabó hablar de cosas banales y filosofar sobre la vida, en el mismo momento que te ha soltado la bomba de "padezco un trastorno" ya se convertirá en excusa para no hacer lo que tu deseas o en su defecto, será mono-tema.

El salido: adicto al sexo, hables de lo que hables, siempre termina hablando de sexo, y sexo contigo lógicamente ( hasta que deje de hablar contigo y sea sexo con la de al lado). Le hablas del tiempo y suelta un... "ideal para pasar el día en la cama, te haré ver el séptimo cielo", le hablas de que hoy estas triste y "yo me sé la solución a esto...". No hay nada más importante que meterla.

El dúo: este viene en pack, y no me refiero a críos, si no a la ex maravillosa y en el peor de los casos convertida en "mejor amiga". Recuerdo un caso en el que hablé 10 minutos con un chico, y durante 7 minutos me habló de su ex y la relación que tenían, como la había querido, en esos minutos supe de que trabajaba, como era físicamente, hermanos, enfermedades padecidas, que había hecho y que planes de futuro tenía...

Estos son algunos de los más habituales, aunque he de reconocer que existe más variedad. Sigo estudiando el terreno, así que espero que en breve pueda ofrecer un segundo volumen.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola me encanta tu Blog!
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Anónimo dijo...

cierto soy ese hombre al cual con la esperanza de que esto le sirviera a algun hombre algun dia gracias. en realidad me ayuda mucho tu blog sigue publicando me gustaria contactarte tenes correo? publicalo en uno de tus blog quisiera chatear contigo sobre estos temas porfavor. y nuevamente gracias.

Anónimo dijo...

Hola Anonimo, ningún problema, si me pasas un mail nos ponemos al dia